2 mar 2024

Indefinición de collage

 

Cuando le pregunté a Fernando Fuao si había alguna definición de collage suya al modo de la de Max Ernst, me dijo que antes que las definiciones prefería las indefiniciones. Que “de finire” era “poner fin” y que él no se sentía quién para semejante cosa.

De todas maneras, me tomé el atrevimiento de recoger algo que dijo en esa conversación que tuvimos y extractarlo un poco para presentarlo ahora como una de esas "indefiniciones" suyas:

"Procuro pensar que el collage es un modo de ver, escuchar, pensar y vivir la vida y sus maravillosos encuentros. Todo está dentro de nosotros y también afuera"

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17 dic 2015

Libre.



Como casi todas las personas, yo también lleno mis agendas de garabatos inspirados en aburridísimas reuniones de trabajo o de carácter político. Eso sería fatal so no nos permitiera descubrir qué buen y descontracturado soporte suelen ser las agendas para hacer lo que a uno le viene en ganas en el momento en que sea. Porque a veces en este soporte surgen trabajos que van más allá de los garabatos y -llegado el finde año- antes de que la agenda pase al olvido eterno, yo guardo los garabatos que más me gustan en alguna carpeta y otros como este, los comparto por ejemplo acá.

Buen 2016 para todos.

Técnica mixta (collage) sobre agenda vieja.  32 x 22,5 cm. 2015.

4 ago 2015

Poema de Mariana Fossatti.


Cada uno a su pequeña orgía.
Flotar sobre lo verde,
exagerar lo verde, lo azul,
lo rojo.
Probar almejas y berberechos,
mojar las papilas en lo salado,
lo cóncavo.
Cada uno a su pequeño
cadáver exquisito.

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2 dic 2014


La respuesta es fácil: las obras se terminan en el momento en que uno deja de sentir que las está empezando.

6 nov 2014

Infinte work process



La obra que más tiempo me lleva y probablemente la que más disfruto es el taller
como espacio intervenible, reordenable -si no existiese la muerte- hasta el infinito.
Work in progress dirían los que escriben de arte. Una obsesiva diversión, diría yo.
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9 ene 2014

Extracto.


Los mejores momentos no desaparecen cuando terminan. Dejan un residuo dulce que se si se deja reposar, se condensa en extracto de alegría. Consérvelo en un frasquito y manténgalo a temperatura ambiente y a la vista, que el que guarda siempre tiene.

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14 feb 2013

"sobras de arte", entre la nada y algo, conversando con Ernesto Vila



Un trabajo de Juan Ángel Urruzola.

Ernesto Vila esta exponiendo en el Centro Cultural de España su trabajo, "sobras de arte", exposición que fue curada por Verónica Cordeiro. Sobre eso, sobre su mirada, sobre su memoria conversamos en mi estudio del Parquê Rodo, "entre la nada y algo", allí sítuó Vila su trabajo, su búsqueda. Ese fino y delicado espacio en el cual el flaco decidió trabajar me parece absolutamente contemporáneo y revulsivo.

16 dic 2012

Julio Cortazar: Subjetividad del Tiempo.


Cortázar es la voz de muchos de muchas generaciones. Pocos hablan tan bien por nosotros.
Montones de veces he pensado esto que él dice de la piel de las ciudades. Pero nunca podría decirlo así. Por eso lo cuelgo acá. Para verlo, escucharlo, y escucharnos. 
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17 jul 2012

Ring.


Anoche soñé que estaba en mi rincón del cuadrilátero y sonaba la campana que abría el primer round contra el mismísmo Mohamed Alí que estaba con su shorcito a rayas rojas y todo. No había avanzado un metro cuando Cassius Clay me encajaba una piña de esas que cuando las pasan en cámara lenta ves como se te arruga hasta la oreja y chau, me fui a la lona, caí como bolsa de portland, y cuando el árbitro iba por dos yo ya estaba tan pero tan dormido que no me pude levantar nunca más. Por eso llegué tarde. Disculpen.

17 may 2012

Guía básica para la presentación de un proyecto artístico.

En Abril de 2012, Ártica lanzó la Clínica de artes visuales Online "Laboratorio de proyectos" que tengo el placer de conducir. Una preciosa experiencia educativa. Lllevar adelante una clínica de este tipo supone mucha atención y trabajo. El educador debe manejar los tiempos generales y los particulares, cuidar permanentemente el rumbo, proponer, guiar, y, entre otras cosas, elaborar materiales de apoyo como esta Guía que ahora comparto con ustedes.

"Esta guía propone un esquema general de “Carpeta de presentación”, pensado para ayudar a los artistas que están desarrollando un proyecto expositivo y desean presentarlo en distintos lugares y convocatorias. Con las adaptaciones propias de cada caso, el esquema sirve para confeccionar carpetas para museos, galerías y otros espacios de exposiciones. Además, da cuenta de los ítems más comunes en la mayoría de las convocatorias a fondos"

La Guía básica para la presentación de un proyecto artístico se encuentra en formato PDF y su descarga es libre y gratuita. Haz click en el enlace para descargarla.
http://www.articaonline.com/2012/05/guia-basica-para-la-presentacion-de-un-proyecto-artistico/

Y a propósito: todavía es posible inscribirse en la Clínica.

10 abr 2012

Didier Faustino

“El valor de un proyecto es independiente de su concreción física, apenas cuenta con su capacidad de cuestionar nuestro mundo… Y, además, ¿para qué sirve la concreción de un proyecto?, Yo creo en lo que dice Samuel Fuller: “Sólo la ficción puede cambiar el mundo””.
“Hoy el arte se convirtió en el laboratorio del mundo”

Proyecto del artista para la realización de la instalación en la 27ª Bienal de San Pablo.
Sobre la obra “Las raíces del mal”
Didier Faustino afirmó que su obra “Las raíces del mal” es un “islote de reunión”. Diferente de un poste común, que tiene una base mínima, la instalación de 9 metros de altura tiene una base extendida de aproximadamente 8 metros de diámetro, área aproximada de propagación de la luz de un poste.
Usualmente, un poste de luz busca ocupar un mínimo de territorio e iluminar el mayor espacio posible. Cuanta más luz mayor área vigilada.
El procedimiento del artista invierte esta proporción, ya que en “Las raíces del mal” él utiliza una lámpara de baja intensidad y crea una base expandida alrededor del poste.
El objetivo del artista es estructurar el espacio público, creando un área donde puedan circular las personas.  Las corrientes de anclas tentaculares forman una especie de cúpula Virtual, generando un lugar para pequeñas reuniones.
En el proyecto del artista visualizamos algunas tiras en las que el público se puede hamacar. Símbolo de seguridad y control al mismo tiempo, se trata de una referencia a los cuerpos que eran colgados de postes durante la revolución francesa para reforzar en el imaginario colectivo, el poder del orden dominante.
De esta forma, el trabajo provoca reflexiones sobre la forma en que el espacio social es controlado por el poder vigente.
Sobre la producción de Didier Faustino.

Lenguajes: instalación, arquitectura, performance, diseño, video y net art.

Los proyectos de Didier Faustino investigan el lugar del cuerpo en la arquitectura, propiciando entre el público experiencias físicas y corporales establecidas en las penetraciones mutuas entre arquitectura y arte, con una fuerte influencia de los nuevos medios.

La música pop constituye una importante referencia en su producción prestándole títulos a sus trabajos, como Love me tender (Elvis Presley), Sympathy for the devil (Rollig Stones) y el premiado Stairway to heaven (Led Zéppelin).



Stairwair to heaven, obra de arte pública. Foto del artista.

Didier Faustino considera que Stirway to heaven –instalado en Castelo Branco, Portugal, en 2003- es “un espacio colectivo de utilización individual”. Al entrar en la obra, el visitante es invitado a experimentar individualmente  -aunque por algunos instantes- el espacio público creado a cielo abierto. Se trata de una construcción en cemento y acero, con una escalera que da acceso a una especie de jaula transparente donde hay insertado un aro de básquetbol. La obra le permite a la persona compartir su soledad mirando desde el cielo a los demás, al mismo tiempo en que admira el paisaje y el horizonte.
Sobre el artista.
Nace en París, Francia, 1968.
Vive y trabaja en Lisboa, Portugal y París, Francia.

Didier Faustino es licenciado por la Escuela de París- Villemin y vive entre  Lisboa y París desde 1996. Su constante interés en producir proyectos que discuten las relaciones entre el espacio privado y público lo conduce a una actuación multidisciplinaria entre los campos de la arquitectura, del arte y de la crítica de arte.

Es fundador de Laboratoire d´Architectures Performances et Sabotages; co-fundador del Atelier Pluridisciplinar “Fauteuil Vert” y de la revista Numeromagazine.
En 2001, con Pazcal Mazoyer, fundó el Bureau Mésarchitectures. El atelier fue premiado en los Albuns da la Jeune Architecture 2002 y ganó reputación internacional después de haber acabado el Auditorio móvil para la Expo´02 en Suecia.

Fuentes: 1) 27º Bienal de Sao Paulo “Como viver junto” Material educativo. Camara Brasileira do Livro, SP, Brasil.
2) Catálogo 27ª Bienal de Sao Paulo, Camara Brasileira do Livro, SP, Brasil.

Traducción, recopilación y armado: Yamandú Cuevas.
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5 abr 2012

Un proyecto de más de cien años de vida.


Comparto con ustedes el documental "De curvas está hecho el universo" sobre la obra del gran arquitecto brasileño Óscar Niemeyer para que veamos como un proyecto, más otro proyecto, más otro proyecto (cuando el creador es coherente) terminan por ser un gran y único proyecto de vida.

16 mar 2012

Acuarelas.


Hace un par de años, cuando fui a Buenos Aires a visitar a Maju en su apartmentito de la calle Gascón, conocí a Liniers. No en persona, sino a través de los libritos de Macanudo que Maju me presentó como un tesoro. Quedé inmediatamente encandilado, encantado, enamorado. En mi libretita de viajes anoté: Hoy conocí a Liniers, mi vida ha dado un salto cualitativo (hacia adelante). Lo bueno de estos tesoros es que no se agotan. Ahora tengo mis propios libritos y la posibilidad de leerlo siempre que quiera en  su sitio, o en su página de Facebook. Después de mirarlos infinitas veces, un día que logré apartarme un poco del estado de encantamiento que provocan estos libritos, me acordé que hace siglos, cuando yo tenía entre 18 y 20 años y trabajaba en una agencia de publicidad como dibujante, había logrado un dominio bien interesante de la acuarela. Claro, dibujaba cualquier cosa que me pidieran y a toda velocidad, a un ritmo mínimo de 8 horas por día de lunes a viernes. Así cualquiera. Y fue entonces que me propuse retomar la práctica de la acuarela. Tampoco es que las hubiese abandonado, pero lo cierto es que lo hacía muy eventualmente, y así, uno no se supera. Así que para homenajear los 50 años que cumplo en pocos días, me autoregalé flor de caja de acuarelas Windsor & Newton y unos buenos pinceles. Después, en el taller, me armé la "mesa donde hacer acuarelas en forma permanente" que quedó preciosa. Y me propuse a partir de ahora, estar pintando siempre una acuarela. Pinto una capa, una zona, dos..., dejo secar, miro, pienso, dudo, especulo, me decido, vuelvo a pintar y así por los días de los días. Para cuando venga la huesuda creo que voy a haber aprendido bastante. Esta obrita es la misma que estoy pintando al óleo en una tela de 1,20 x 1,20 y ya me ha dejado muchas pistas, y lo que es mejor, muchas ganas de seguir y seguir.

12 mar 2012

La verdad de la milanesa.


Ahora estoy pintando una tela de 120 x 120. Es grande, me costó llegar a ella porque la empresa siempre es pesada y desafiante. Esa tela tiene un trabajo de dibujo previo muy cuidado. O por lo menos muy trabajado, que no empezó en ella sino en un papel. Porque es ahí donde me siento cómodo. Yo nunca hago un dibujo de primera. Pero no por torpe o inhábil sino porque el sistema de dibujo, que a la vez es de trabajo, y que a la vez es de juego, tiene por esencia dibujar y borrar en un proceso que no tiene explicación. Al menos no una que yo pueda dar. Dibujo y borro. El papel se marca, le van quedando huellas de lo dibujado y borrado, de lo descartado porque sí, porque no era eso lo que buscaba aunque nunca sé que busco. No importa. Lo cierto es que ese azaroso y obsesivo juego de horas (sí, horas) empieza a fijar algunos elementos, a desarrollar algunos hallazgos y a explotar lo que la estructura que va quedando debajo de tanto borroneo empieza a sugerirme. Así las certezas van creciendo. Este ritmo de acá que se repite allá está bueno, me gusta. Es rendidor. Esta forma de allá si la invierto y se la adiciono a esta me da esto otro que parece aquello, que también podría ser esto otro. ¿Y si fuera la que hice en aquella otra obra pero más alta? ¿Y si todo aquí fuese más alto, o más macizo? En fin, cosas así de arbitrarias. Esta tela contiene un dibujo que considero logrado. De la serie que forma parte, al menos, el más logrado, Y me gusta. Me llama, me provoca. Y me traiciona porque cuando lo hice no tenía todas las cosas que le voy encontrando con el paso de los días. Definitivamente es un buen dibujo. Después va a la tela y sufre alguna mutación, por lo general, leve. Y queda ahí planteado como un trazado de cal, una cancha donde se va a jugar un partido que uno planifica hasta donde puede. Y con el pincel abajo del brazo sale a jugar, con todas las ganas. Un partido raro porque el rival es uno mismo. Acá todo puede pasar. Uno pasa de ser Maradona al peor pata dura en un santiamén. Es la pintura. Freddy Sorribas, amigo pintor piriapolense dice algo que me gusta muchísimo "la pintura es algo que sucede mientras estás pintando". Me gusta porque es así. Tener planes, propósitos, es bueno. Para mí, imprescindible. Pero no te garantiza nada. Hoy voy bien, metí un par de colores que funcionan bien, que prometen funcionar mejor cuando lleguen los otros que -por supuesto- no sé cuales serán. El plan -el gran plan maestro que todos los soberbios tenemos en la cabeza- está. Ahora viene la del título.

5 mar 2012

Raro.

Cada vez que tiro un dado redondo me sale un once. Para mí que esa cancha está en bajada. El otro día jugando con Julio me ganó el bollón entero de bolitas de naftalina. A la vieja de Julio le gustan mucho. Cada vez que come una se para arriba del banquito verde y canta como Mercedes Sosa, pero en rumano. En cambio ayer, que no hubo viento, después de tanto me salió un cinco. Lo raro es que me salió de la oreja izquierda. Digo raro porque había alerta amarilla y el número era verde.

4 mar 2012

Apertura de "Medianoche en París", de Woody Allen.


Woody Allen homenajea a París con la apertura de esta película. Y esta apertura (que se va a convertir en un clásico) homenajea a su vez al talento de Woody Allen.

26 feb 2012

Para tí, Lucía

Hernán Casciari | Orsai,
 
El contador de suscripciones anuales a la nueva revista Orsai acaba de llegar a mil. En nueve días, y sin noticias sobre los contenidos o la cantidad de páginas, mil lectores ya compraron las seis revistas del año próximo. Y eso que todos saben que habrá una versión en .pdf, gratuita, el mismo día que cada revista llegue a sus casas. Repito: acabamos de vender seis mil revistas. Seiscientas sesenta y cinco por día. Veintiocho por hora.

Al mismo tiempo, una escritora española acaba de informar que dejará de publicar. «Dado que que se han descargado más copias ilegales de mi novela que copias han sido compradas, anuncio que no voy a volver a publicar libros», dijo ayer Lucía Etxebarría. La prensa tradicional se hizo eco de sus palabras y la industria editorial la arropó: «Pobrecita, miren lo que internet le está haciendo a los autores».
A nosotros nos ocurre lo mismo. Durante 2011 editamos cuatro revistas Orsai. Vendimos una media de siete mil ejemplares de cada una, y con ese dinero le pagamos (extremadamente bien) a todos los autores. Los .pdf gratuitos de esas cuatro ediciones alcanzaron las seiscientas mil descargas o visualizaciones en internet.
Vendimos siete mil, se descargaron seiscientas mil.
Si los casos de Lucía Etxebarría y de Orsai son idénticos, y ocurren en el mismo mercado cultural, ¿por qué a nosotros nos causan alegría esos números y a ella le provocan desazón?
La respuesta, quizá, es que se trata del mismo mercado pero no del mismo mundo.
Existe, cada vez más, un mundo flamante en el que el número de descargas virtuales y el número de ventas físicas se suma; sus autores dicen: «qué bueno, cuánta gente me lee». Pero todavía pervive un mundo viejo en el que ambas cifras se restan; sus autores dicen: «qué espanto, cuánta gente no me compra».
El viejo mundo se basa en control, contrato, exclusividad, confidencialidad, traba, representación y dividendo. Todo lo que ocurra por fuera de sus estándares, es cultura ilegal.
El mundo nuevo se basa en confianza, generosidad, libertad de acción, creatividad, pasión y entrega. Todo lo que ocurra por fuera y por dentro de sus parámetros es bueno, en tanto la gente disfrute con la cultura, pagando o sin pagar.
Dicho de otro modo: no es responsabilidad de los lectores que no pagan que Lucía sea pobre, sino del modo en que sus editores reparten las ganancias de los lectores que sí pagan. Mundo viejo, mundo nuevo. Hace un par de semanas viví un caso muy clarito de lo que ocurre cuando estos dos mundos se cruzan. Se lo voy a contar a Lucía, y a ustedes, porque es divertido:
Me llama por teléfono una editora de Alfaguara (Grupo Santillana, Madrid); me dice que están preparando una Antologia de la Crónica Latinoamericana Actual. Y que quieren un cuento mío que aparece en mi último libro, «un cuento que se llama tal y tal, que nos gusta mucho».
Le digo que por supuesto, que agarre el cuento que quiera. Me dice que me enviará un mail para solicitar la autorización formal. Le digo que bueno.
A la semana me llega el mail, con un archivo adjunto:
Estimado Hernán, te explico lo que te adelanté por teléfono: Alfaguara editará próximamente una antología de bla bla bla cuya selección y prólogo está a cargo de Fulanito de Tal. Él ha querido incluir tu cuento Equis. Si estás de acuerdo con el contrato que te adjunto, envíame dos copias en papel con todas las páginas firmadas a la siguiente dirección. (Y pone la dirección de Prisa Ediciones, Alfaguara.)
Abro el archivo adjunto, leo el contrato. Me fascina la lectura de contratos del mundo viejo. No se molestan en lo más mínimo en disfrazar sus corbatas.
Al cuento que me piden lo llaman LA APORTACIÓN. En la cláusula cuatro dice que «el EDITOR podrá efectuar cuantas ediciones estime convenientes hasta un máximo de cien mil (100.000)». En la cláusula cinco, ponen: «Como remuneración por la cesión de derechos de la APORTACIÓN, el EDITOR abonará al AUTOR cien euros (100 €) brutos, sobre la que se girarán los impuestos y se practicarán las retenciones que correspondan».
Pensé en los otros autores que componen la antología, los que seguramente sí firman contratos así. Cien euros menos impuestos y retenciones son sesenta y tres euros, y a eso hay que quitarle el quince por ciento que se lleva el agente o representante (todos tienen uno), o sea que al autor le quedan cincuenta y tres euros limpios. No importa que la editorial venda dos mil libros, o cien mil libros. El autor siempre se llevará cincuenta y tres euros. ¿Firmará Lucía Etxebarría contratos así?
Esa misma tarde le respondí el mail a la editora de Alfaguara:
Hola Laura, el cuento que querés aparece en mi último libro, que se distribuye bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento 3.0 Unported, que es la más generosa. Es decir, podés compartir, copiar, distribuir, ejecutar, hacer obras derivadas e incluso usos comerciales de cualquiera de los cuentos, siempre que digas quién es el autor. Te regalo el texto para que hagas con él lo que quieras, y que sirva este mail como comprobante. Pero no puedo firmar esa porquería legal espantosa. Un beso.
La respuesta llegó unos días después; ya no era ella la que me hablaba, sino otra persona:
Hernán: entendemos esto, pero el departamento legal necesita que firmes el contrato para que no tengamos problemas en el futuro. Saludos!
Y ya no respondí más nada. ¿Para qué seguir la cadena de mails?
La anécdota es esa, no es gran cosa. Pero quiero decir, al narrarla, que no hay que luchar contra el mundo viejo, ni siquiera hay que debatir con él. Hay que dejarlo morir en paz, sin molestarlo. No tenemos que ver al mundo viejo como aquel padre castrador que fue en sus buenos tiempos, sino como un abuelito con alzheimer.
—¿Me das eso? —dice el abuelito.
—Sí, abuelo, tomá.
—No, así no. Firmame este papel donde decís que me das eso y yo a cambio te escupo.
—No hace falta, abuelo, te lo doy. Es gratis.
—¡Necesito que me firmes este papel, no lo puedo aceptar gratis!
—¿Pero por qué, abuelo?
—Porque si no te cago de alguna manera, no soy feliz.
—Bueno, abuelo, otro día hablamos… Te quiero mucho.
Y de verdad lo queremos mucho al abuelo. Hace veinte, treinta años, ese hombre que ahora está gagá, nos enseñó a leer, puso libros hermosos en nuestras manos.
No hay que debatir con él, porque gastaríamos energía en el lugar incorrecto. Hay que usar esa energía para hacer libros y revistas de otra manera; hay que volver a apasionarse con leer y escribir; hay que defender a muerte la cultura para que no esté en manos de abuelos gagá. Pero no hay que perder el tiempo luchando contra el abuelo. Tenemos que hablar únicamente con nuestros lectores.
Lucía: tenés un montón de lectores. Sos una escritora con suerte. El demonio no son tus lectores; ni los que compran tus novelas ni los que se descargan tus historias en la red.
No hay demonios, en realidad. Lo que hay son dos mundos. Dos maneras diferentes de hacer las cosas.
Está en vos, en nosotros, en cada autor, seguir firmando contratos absurdos con viejos dementes, o empezar a escribir una historia nueva y que la pueda leer todo el mundo.

 

13 feb 2012

Cortita.

Cuando se hizo popular el latiguillo que utiliza Mirtha Legrand al despedirse de su programa se me antojó un síndorme. Ella dice “Si te ven bien, te tratan bien, si te ven mal, te tratan mal”. Atenti queridos amigos, esto, entre otras muchas cosas quiere decir “si estás mal, viejo, bancátela, a mi no me vengas”. Parece que vivimos un tiempo donde debemos ser infaliblemente felices y si por algún motivo no lo estamos (se nos muere el perro, la abuela o nos abandona el amor) debemos disimularlo, estar como en el reclame de compre ya, siempre sonrientes. Es cierto que nadie prefiere a los mufas, pero si el mufa es un amigo, yo prefiero ayudarlo que borrarlo. Y volver al latiguillo aquel que rezaba “En las buenas y en las malas”.

25 ene 2012

Vengo de la quinta.

Hoja A1.

Ahora estoy en la sexta hoja. Tengo una chimenea que tira un humo con forma de cinco, abajo, a la izquierda. Pero hacia la derecha nada. Vacío. Es parte del plan. De pronto un pasto visto de abajo se hizo la cabellera de un tipo que terminé siendo yo. Por casualidad al principio, y deliberadamente después. Como me da pereza terminar los cuerpos apoyé su tronco en una mesita de luz que comparte con un florerito de tres pobres margaritas. El florerito tiene todavía la etiqueta con el precio, pero está tan chiquito y lejos que no se puede leer. Del hombro del barbudo sale una bandera, un banderín de los de siempre. Y en la remera, a la altura del corazón hay un cinco.

A la izquierda de la mesita de luz (patas arriba ahora), apareció un buque que lleva una fábrica con su chimenea y su humo encima. Y a la derecha del buque con fábrica (entre las patas de la mesa de luz invertida) hay un pequeño barrio con ranchos, otras fábricas, escaleras de mano, banderines, damajuanas de vino, un sioux de perfil y un bicho eme mayúscula con lengua puntiaguda. Abajo del buque está el cerro y el río, como tantas veces. Y de la oreja de mi autorretratito invertido sale algo como un pañuelo oscuro. Quizá una cinta.
Al borde del barrio y cambiando de plano aparece una joven. El perfil del rostro de una joven que resultó ser bastante bonita. Tras su cara se ven tubos irregulares (como venas o tripas) que salen de otro buque, algo más grande, que no es sino el remate de la gigantesca mano de la hoja de abajo.

Detrás de todo esto hay un par de fábricas que se elevan. Una de ellas tiene las puntas pájaro y su humo se une con el de una fábrica de la hoja izquierda. Arriba de las fábricas hay una luna con tres cerros y un río. En el borde de la luna, del otro lado de los cerros, se ve un diminuto rancho humeante con su arbolito y su banderín alto. Una nave espacial parece que viene a visitarlo disparada desde la fábrica chica, la que está medio oculta por la regordeta nube a rayas. Pegadito a esa fábrica hay un rancho con la cruz del sur encima. Se ve chiquito por el tamaño del pájaro que entra diciendo ¡pi! por el margen derecho de la hoja (tarde o temprano se llega). Por atrás del ¡pi! puede verse una escalera de 9 peldaños. Mi maestra de primer año me diría "vamos muy bien".

De la fábrica que tira un humo mano (la que está al lado de la que se eleva), sale un caño que expulsa una nube blanca que apenas se sobrepone a un nueve bastante voluminoso que se apoya en la escalera de la maestra. Y por atrás de la estela zigzagueante de la nave espacial hay una chimenea enorme, que expulsa un humo tan grande que se sale hacia la próxima hoja a la derecha. La que ahora está blanca, vacía. Y en la que mañana apercerá vaya uno a saber qué.

12 ene 2012

Un sueño.


Yo soy Marco, el gladiador de Todos los fuegos el fuego* y estoy en plena lucha con el gigante nubio. Tengo una espada en la mano y un deseo superviviente: encontrar el instante preciso de decapitarlo. Con las piernas flexionadas y con pasos cortos me desplazo hacia la derecha buscando el hueco, midiendo la distancia. El sol que hace hervir la arena y el griterío en las plateas no importan. Girando y girando, en el segundo preciso en que la red del nubio ha partido volando hacia mí, descubro el flanco abierto de su cuello empapado. Todo está a punto de hacerse descarga violenta de mi espada contra el cuello del nubio cuando un peso traba mi premeditado movimiento. Mientras la red del gigante sigue su curso miro mi mano entorpecida que no puede levantarse porque de ella cuelga, tomada por los pelos y pesada como un muerto, la cabeza del nubio que estoy por cortar.

*Cuento de Julio Cortázar.

26 dic 2011

Exposición expandida, Sala 11: Cien mil platos (Pixadores en acción).


Les damos la bienvenida a la Sala 11 de la Exposición Expandida. El tema elegido es “La ciudad como espacio social” y en ese marco, como colaborador y docente de Ártica, ha preparado esta muestra sobre una particular manifestación del arte urbano popular. Nos trasladamos entonces a Porto Alegre y San Pablo, Brasil, y miramos hacia arriba, bien alto, para descubrir la caligrafía urbana de los pixadores.

Cien mil platos (Pixadores en pixacción)

Yamandú Cuevas (curador)

Algunas calles de Porto Alegre son un verdadero túnel sonoro de gritos de papagayos que no son otros que los anunciadores. No es que hable despectivamente de ellos al llamarlos papagayos, es que ellos imitan deliberadamente a estas aves. Con esos gritos tan musicales y graciosos ofrecen tatuajes, piercings, cortes de cabello, relojes, cambio de dinero, agua, compra de oro, etc. Ellos gritan y juegan a lo largo de la cuadra armando una especie de música que termina por ser la de cierta parte de la ciudad. En las mismas calles, además de las tiendas, hay muchos vendedores callejeros que ofrecen mercadería mayoritariamente china exhibida sobre auténticas alfombras persas hechas en China. Con tanta cosa abajo sería difícil mirar hacia arriba si no fuera esta una ciudad de hermosos edificios antiguos, casi totalmente abandonados y absolutamente cubiertos de la acrobática caligrafía de los Pixadores. Al cabo de un rato de observar la ciudad uno se da cuenta de que no sólo tiene una música. También tiene una estética que se apoya en dos elementos: el abandono de muchísimos edificios y la total cobertura de los mismos con pixaciones. No solo los edificios abandonados son tomados por los pixadores, pero son los principales.


En San Pablo prácticamente no existen edificios abandonados pero sí Pixadores. En esta enorme ciudad “Capital de los Pixadores” los grupos trabajan de la misma manera. Buscan llegar a lo más alto de los más altos edificios para dejar allí su marca.


Los Pixadores no son circenses expertos que cuentan con arneses y materiales profesionales para escalar. Tampoco cuentan con ningún tipo de material más que sus manos y pies y de vez en cuando los hombros de algún colega. Y llegan a pixar en pisos del Nº 10 para arriba. Cada poco, alguno cae y muere. Cuentan con eso. Es parte del juego.



La Pixação es considerada “arte y acción política” por sus practicantes. Los Pixadores en Brasil, fundamentamente la colectividad paulista, toman la “x” para desmarcarse de los pichadores que hacen grafitis netamente caligráficos o de carácter político-propagandístico en la misma ciudad. La actividad artística de los Pixadores es una manifestación visual inserta en las prácticas creadoras populares que dibuja-escribe sobre muros y edificios. Ellos tienen una visión del mundo que no encaja con los acuerdos que rigen la vida urbana. Pixan hasta donde pueden y hasta que los capturen. La Pixación habla de algo que de otra manera no sería visto y que si no fuese por medio de la caligrafía aparentemente cifrada, difícilmente sería dicho.


Porque son los artistas mas notorios de la ciudad que organiza la famosa Bienal de San Pablo, decidieron que deberían formar parte de ella. Cuando la Bienal se conformó sin la presencia de ninguno de sus representantes, entraron por la fuerza en la jornada inaugural realizando una obra-atentado que consistió en pixar paredes y obras hasta que los guardias de seguridad pudiesen controlarlos. Fue realmente violento el hecho artístico que provocaron. Pero no sólo porque pixaran las obras de sus pares, sino porque dejaron de manifiesto cómo la institucionalidad de la Bienal excluye deliberadamente a quien es políticamente incorrecto. Al final, el escándalo mediático que disparó semejante acción, y la repetición en la TV del acto-atentado en plena inauguración, forzó a los organizadores a dedicar un panel que mostraba un grupo de videos de la forma de trabajar de los Pixadores. Los videos ponían mayormente el acento en las caídas y las muertes de los pixadores y no los identificaban como artistas. A su vez la ficha técnica de uno de los videos exhibidos rezaba: 6, Sin Título, 2008, documental. Es decir que ni siquiera los videoartistas que se dedican a investigar y trabajar visualmente con los Pixadores son nombrados.


Yo fui un joven de la resistencia a la dictadura en Montevideo, Uruguay, y salí a hacer grafitis que decían ¡Abajo la dictadura! En aquellos momentos me jugaba mucho más de lo que creía. Y nunca pensé que tuviera nada de artístico ese acto. No lo tenía porque no estaba en su cometido y además porque era tal el miedo que tenía mientras pintaba a mil por hora aquello, que lo menos que pensaba era en darle algún sesgo artístico a lo caligráfico. Además no se podía, se tenía que leer bien y punto. Era la consigna.


Cuando veo lo que hacen los Pixadores me impresiono menos que cuando veo cómo lo hacen, en qué marco. No cabe la menor duda de que lo que hacen es arte y también un acto político, porque se están arriesgando a cada segundo, jugándose cosas importantes como la vida y la libertad, para decir ¡Abajo la dictadura de las instituciones que se reservan el derecho de señalar qué es arte y qué no! ¡Esto es arte! Y si no quieren sopa, acá tienen: cien mil platos.

Las imágenes fueron tomadas del catálogo de la 29° Bienal de San Pablo

20 dic 2011

Ken Róbinson: Cambiando paradigmas.


Cuando cosas tan complejas como el análisis de Sir Ken Róbinson se combinan tan magistralmente con otras -no menos complejas- como el dibujo animado de RSA, casi parece que todo ha sido mágicamente fácil de hacer.

16 dic 2011

Las escuelas matan la creatividad.


Sir Ken Robinson (Liverpool, Inglaterra, 1950) es un educador, escritor y conferenciante británico, experto en asuntos relacionados con la creatividad, la calidad de la enseñanza, la innovación y los recursos humanos. También ostenta el título de Doctor por la Universidad de Londres desde 1981. Debido a la relevancia de su actividad en los campos mencionados, especialmente en relación con el arte, fue nombrado Sir por la Reina de Inglaterra, Isabel II en 2003.

Durante cuatro años (1985-1989), Sir Ken Robinson fue el director del proyecto The Arts in Schools Project una iniciativa que pretendía mejorar la enseñanza y el aprendizaje de las artes en las escuelas británicas.
Desde 1989 hasta 2001 fue profesor de educación artística y portavoz del departamento de educación artística en la Universidad de Warwick. Paralelamente, también fue encargado de las investigaciones para el desarrollo de la Facultad de Educación en la que trabajaba. A estos cargos hay que añadir los de Director de estudios de grado en el instituto Warwick para la educación, Director del programa de posgrado en educación artística y estudios culturales, y Director de la unidad para la investigación en educación, cultura y las artes, más conocida por sus siglas en inglés, URECA.
En 1998, David Blunkett, Ministro de Educación y Empleo británico, lo puso al frente del comité consultivo nacional sobre educación creativa y cultura. Comité que, posiblemente, realizó la mayor investigación nacional sobre la importancia de la creatividad en la educación y la economía del Reino Unido.
Fruto del trabajo en dicho comité, se publicó el llamado Informe Robinson cuyo título formal, traducido, es: Todos nuestros futuros: creatividad, cultura y educación. El informe tuvo un gran impacto pues ponía de relieve el escaso papel que hasta entonces había recibido la creatividad y la importancia que sobre ella recaía el futuro, ya no sólo del país, sino de la propia humanidad.
Durante su carrera no sólo ha servido al gobierno británico sino que también ha trabajado para otros como, por ejemplo, el gobierno de Hong Kong y Singapur, la Comisión Europea e incluso para el Instituto de Artes Paul McCartney Actualmente es profesor emérito de la Universidad de Warwick y su conferencia las escuelas matan la creatividad expuesta en el congreso Tecnología, Entretenimiento y Diseño, TED, es una de las más populares.

Fuente: Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Ken_Robinson

9 dic 2011

Compañera Transnacional, una muestra de Clemente Padín.

Clemente Padín: Compañera Transnacional.
Un artista rebelde que ya lleva casi medio siglo combatiendo al capital.

Poeta, diseñador gráfico, performer y videasta multimedia, publicó más de 20 libros, impulsó el mail art y fundó la mítica revista Los huevos del Plata. Hoy, a los 72 años, continúa siendo un activo militante de la contracultura. 

Tiempo Argentino, contenido de la edición impresa del viernes 9 de diciembre de 2011.

A diferencia del personaje de Caloi, este Clemente, Padín (Lascano, Uruguay, 1939) tiene manos. Y voz, y un cerebro particular que lo transformó en un activista cultural imprescindible del continente desde hace casi medio siglo al presente. Poeta, artista y diseñador gráfico, performer, videasta multimedia, y activista en varios rubros, luego de licenciarse en Letras Hispánicas en la Universidad de la República de Montevideo, ya en los lejanos ’60, Padín se destacó por crear una revista mítica, Los Huevos del Plata (1965-1969), que fue la punta de lanza para todo lo vinculado a la mecánica contracultural. De allí pasó a OVUM (1969-75), y luego comandó el movimiento del mail art o arte correo, donde llegó a exhibir su obra en más de 2000 exposiciones, de 1971 a 2010, además de diseminar su mensaje por todo el mundo a partir de pequeños objetos artísticos que tenían como función ocupar apenas un fragmento de tiempo y espacio. 

Autor de 20 libros publicados en una decena de países, más de 200 exposiciones colectivas, participación en instalaciones y eventos artísticos de todo tipo a lo largo y ancho del mundo entero, Clemente Padín desembarcó en la galería La Dársena (ver recuadro) vestido con un antiguo traje de vendedor de Coca Cola, absolutamente rojo, que acentuaba el gesto irónico de su muestra, Compañera Transnacional. “Pensé en traer varias remeras alusivas a marcas e ir sacándome una a una, pero el calor no lo aconsejaba. También varias gorras, pero después creí que con el uniforme de Coca Cola lograba una síntesis simbólica lo suficientemente clara”.

Compañera Transnacional integra, se nos aclara, una serie de muestras que pretenden “desordenar las agendas del capital”. Las paredes lucen una serie de configuraciones inquietantes a partir de figuritas hechas por Padín que conjugan los logos de reconocidas marcas pero que en su interior, en vez de llevar impreso el nombre de la multinacional en cuestión, explicitan otras funciones subliminales: “Marines”, “StateDepartement”, “FMI”, etcétera. Las diversas disposiciones de estas figuras crean a su vez otras. “En verdad se trata de una serie de serigrafías hechas en los ’70, pero me asombré al navegar por Internet y ver que siguen teniendo la misma vigencia y aún mayor: los sistemas de control a partir del poder de mercado no sólo no desaparecieron sino que se hicieron mucho más ostensibles. De allí que pude crear otras stamps en función de empresas que empezaron también a dejar su sello en este nuevo escenario.”

Se le recuerda a Padín que la situación adhiere a lo que ya fuera denunciado por Mattelart y Dorfman, hace casi tres décadas, en Para leer al Pato Donald. “Sí, un gran libro realmente, muy lúcido, y que sigue teniendo plena vigencia. En mi caso siempre quise privilegiar un arte efímero, no objetual, que tuviese como misión romper con las estructuras tradicionales del lenguaje ya que ese es el medio más efectivo de control y dominación. En los ’60 y ’70 abogamos por un arte a-semántico, fascinados por Pierce, y ahora, con las nuevas tecnologías, creo que es preciso buscar nuevos lenguajes de resignificación. Creo que todavía hay mucho por construir…”

Los promotores de la muestra, que se puede visitar miércoles y viernes de 15 a 20 horas en Mario Bravo 298 (o bien enviando un mail a plataforma_ladarsena@yahoo.com.ar), dicen que Clemente Padín es “como nuestro León Ferrari”. Es posible, aunque este Clemente no se parece a ninguno.

8 dic 2011

De cuando fui a conocer "O mais grande collagista do mundo".

Collage de Mauricio Planel Rossiello.

Para desentrañar los secretos del gran collagista Mauricio me tomé una cucharada de tinta Pélikan con aditamentos secretos para transformarme en un pelicaniforme y así volar gratis desde Uruguay hasta Brasil. Una vez convertido en ave emprendí el viaje.
Llegar no fue nada fácil porque las aves de aquel país hablan sólo portugués y no se les entiende mucho, pero preguntando, preguntando, en una estación de servicio me dijeron de Mauricio.
Para poder entrar a su estudio usé una vieja triquiñuela y muté de ave a insecto transformándome en una mosca (¿qué? es fácil, ¿no vieron la película?). Así pude entrar en su estudio e instalarme en la esquina exacta del armario que da a espaldas del famosísimo artista, para espiarlo desde ese lugar.
Allí pude descubrirlo todo: el individuo, antes de ponerse a hacer collage alguno, se encomienda a unos dioses de plastilina que él mismo ha hecho cuando niño y sintoniza una estación de radio en la que escucha a una pitonisa que tira las cartas y adivina la suerte por teléfono. Hace calor, y debo agarrarme con fuerza cuando el collagista enciende el ventilador de techo mientras marca el número de la pitonisa. Cuando ésta empieza a leerle el futuro el collagista anota en un cuadernito números y elementos estrafalarios que apenas puedo leer.
Lo cierto es que al terminar su comunicación saca de un mueble apolillado (a punto de explotar por los cientos de recortes que contiene), una carpeta grasienta con un número etrusco escrito en la tapa. Luego, de un cajón de su escritorio saca dos dados, uno verde y luminoso, casi transparente, y otro viejo, rojo, como de nácar. El collagista se concentra y cierra los ojos transpirando mientras sacude los dados que arroja sobre la mesa. Por un instante los mira fijo como temiendo algún destino esquivo y acto seguido revuelve la carpeta buscando el sobre que lleva el número que acaban de revelar los dados.
Vacía el contenido del sobre en la mesa y 665 recortes caen de su interior (creo que se le quedó uno trabado adentro). Entonces se venda los ojos y tira la montaña de recortes hacia arriba generando una verdadera lluvia de imágenes de la que con la mano izquierda tomará apenas una. Una.  Inmediatamente sorbe un trago de una bebida aguardentosa color C50+Y100+K20 y vuelve a repetir todo el proceso. Semanas se pasa en este estado lamentable nuestro idolatrado collagista para apenas dar con las imágenes que va a usar.
No puedo negar que me costó mucho quedarme en mi lugar. Pero bastó que derramara su inmunda aguardiente sobre algunos papeles para que no pudiese evitar ir a succionarla. El collagista me espantó dos o tres veces pero creo que estaba algo borracho para cuando comenzó a dirigir su orquesta de pegamentos y tijeras. A un gesto suyo las trinchetas quedaban suspendidas en el aire y los papeles volaban superponiéndose y doblándose unos sobre otros . Los pinceles a su vez se lavaban el cabello preparándose para la acción y yo, cada tanto y para aplacar el hambre de tantos días, sorbía un trago de aquella deliciosa inmundicia que lo pegoteaba todo. Intenté volar pero ya casi no podía, borracho ahora yo también apenas si llegué hasta la frente del collagista que me espantó de revés. 
En el vuelo de regreso y ya al borde de la lámpara de dibujo logré ver parte de la magia, imágenes que comenzaban a metamorfosearse unas con otras, pinturas que hacían fondos que no eran sino el frente del tejado de una casa que era la pollera de una mujer lobo, y así. O el alcohol era muy fuerte. Yo estaba excitado porque lo que había venido a buscar estaba por suceder cuando empezó a sonar “Indios”, de Legión Urbana y el collagista subió el volumen del equipo al máximo perdiendo el poco control emocional que le quedaba. A los saltos cortaba, pegaba y pintaba sin parar, mientras yo, para no perderme nada volaba posándome ahora en su nariz, ahora en su frente mientras él hacía su magia y tomaba con frenesí una trincheta, un recorte, una témpera, un matamoscas.

5 dic 2011

La isla de las flores. Cortometraje de Jorge Furtado.


Jorge Furtado es el cineasta brasileño más premiado de la actualidad. Nacio en Porto Alegre, Brasil, el 9 de junio 1959. Sus primeros trabajos fueron en la TV, como asistente de producción junto a un grupo de estudiantes de la Universidad Federal de Río Grande do Sul. Ha escrito guiones para cortometrajes y largos de ficción tales como Benjamim de Monique Gardenberg, Doña Cristina perdió la memoria de Ana Luiza Azevedo o Tolerancia de Carlos Gerbase; y para TV: Agosto y Comedias de la vida privada, por solo citar algunos. Entre los cortos más destacados que ha dirigido se encuentran: O día em que Doríval encarou a guarda (1986), Barbosa (1988) y A matadeira (1994); En 1989 obtiene un resonante éxito con su documental La isla de las flores (1989).
Con "Esta no es tu vida", que resume en dieciséis minutos la biografía de una ama de casa de Porto Alegre, Furtado derrotó a setenta y nueve concursantes de cuarenta países, obteniendo el primer premio del Festival de Clermont-Ferrand, en Francia, que es considerado el Cannes de los cortos.
Conquista varios premios en su país con su primer largometraje Houve uma vez dois verões (2002) y repite la experiencia con El hombre que copiaba (2003).

4 dic 2011

Cómo matar al intermediario. Hernán Casciari en TEDx Río de la Plata.




Artículo tomado de Ártica Centrocultural 2.0
http://www.articaonline.com/

“Las decisiones culturales empiezan de a poco a estar en nuestras manos. Ya no le hacemos caso a altavoces únicos que nos dicen lo que hay que hacer. Somos nosotros los que comunicamos. Somos 400 millones de personas las que hablamos el español. Cada uno de nosotros, cada región, tiene una jerga distinta, que nos hace únicos, pero que también nos enriquece. Nos entendemos. Internet llegó hace un tiempo para unirnos, para decirnos que se pueden hacer cosas juntos. Y sobre todo en la cultura, que es la base fundamental de la complejidad de la mente”.

“Hace casi 10 años abrí un blog porque me sentía solo en un país extraño. Me sentía fuera de juego, necesitaba comunicarme con los míos, y por eso le puse “Orsai“. Hoy estoy seguro de que la industria de la cultura somos los lectores y los autores y nadie más. Y que la otra industria, la que le teme a los cambios, la que intenta hacernos creer que Internet es un lastre, la que rasguña y la que daña, se está muriendo y la vamos a ver morir. La cultura tiene que ser libre y tiene que ser gratuita. Yo les convoco, autores, editores, a que cada vez que vendan un libro, lo pongan en PDF gratis el mismo día que sale a la venta en góndolas, porque van a vender más. Estuvimos años dependiendo de una industria codiciosa, comprando lo que ellos querían que comprásemos. Y de repente, y cada vez más, están quedando en orsai”.

Con estas palabras cierra Hernán Casciari su charla en TEDxRíodelaPlata que vale la pena escuchar completa y atentamente. Hernán dirige la revista y editorial Orsai, de la que ya hemos hablado, ejemplo de un nuevo modelo editorial ético que empodera a los escritores y a los lectores. ¿Mata a las intermediarios? En realidad este modelo los transforma, les pide nuevas funciones y capacidades, y los reclama como socios del cambio.

8 oct 2011

Discurso de asunción de Gilberto Gil como ministro de Cultura del gobierno Lula.

Cultura, como dijo alguien, no es apenas "esa especie de ignorancia que distingue a los estudiosos". Tampoco es lo que se produce únicamente en la áreas canonizadas por los cánones occidentales. Del mismo modo, nadie va a escucharme jamás hablar de folklore. Es que los vínculos entre el concepto erudito del folklore y la discriminación cultural son más que estrechos: son íntimos. Folklore es todo aquello que por su antigüedad no se encuadra en la cultura de masas y es producido por gente inculta, por "primitivos contemporáneos", como una especie de enclave simbólico e históricamente atrasado en el mundo actual. No existe el folklore, existe la cultura.
La cultura vista como todo aquello que en el uso de cualquier cosa se manifiesta más allá del mero valor de uso. Cultura como eso que en cada objeto que producimos trasciende lo meramente técnico. Cultura como usina de símbolos de un pueblo. Cultura como conjunto de signos de cada comunidad y toda una nación. Cultura como el sentido de nuestros actos, la suma de nuestros gestos, el sentido de nuestras maneras.
Con esta perspectiva, las acciones del Ministerio de Cultura deberán ser entendidas como ejercicios de antropología aplicada. El ministerio debe ser como una luz que revela en el pasado y en el presente las cosas y los signos que hicieron y que hacen que Brasil sea Brasil.
El Estado no hace cultura, el Estado crea las condiciones de acceso universal a los bienes simbólicos, las condiciones de creación y producción de bienes culturales, sean artefactos o mentefactos. Es porque el acceso a la cultura es un derecho básico de la ciudadanía, como el derecho a la educación, la salud, el medio ambiente saludable. Y es porque al invertir en las condiciones de creación y producción estaremos tomando una iniciativa de consecuencias imprevisibles y ciertamente brillantes y profundas, ya que la creatividad cultural brasileña, de la colonia hasta hoy, siempre fue mucho más allá de lo que permitían las condiciones educacionales, sociales y económicas de nuestra existencia. En rigor, el Estado nunca estuvo a la altura del hacer de nuestro pueblo.
Por lo tanto, es preciso ser humildes y al mismo tiempo no dejar de actuar como Estado. El Estado no debe optar por la omisión, evadir responsabilidades, apostando todas las fichas a los mecanismos fiscales, entregando así la política cultural a los vientos, los sabores y los caprichos del dios-mercado. Claro que las leyes y mecanismos de incentivo fiscal son de la mayor importancia, pero el mercado no lo es todo y nunca lo será, su lógica siempre es regida por la ley del más fuerte.
El ministerio no puede ser una caja que pase presupuestos a una clientela preferencial. El Estado no hace cultura, pero formula políticas públicas para la cultura, no con la mentalidad del viejo modelo estatista sino para abrir caminos, estimular, abrigar. Para hacer una especie de doin antropológico, masajeando puntos vitales momentáneamente despreciados y dormidos del cuerpo cultural del país. En fin, para atizar lo nuevo y reavivar lo viejo.
Entonces, no se trata sólo de expresar o reflejar. Las políticas para la cultura deben ser intervenciones, como caminos reales y vecinales, como caminos necesarios y atajos urgentes. Por eso es que la política cultural del gobierno Lula pasa desde este instante a ser parte del proyecto general de construcción de una nueva hegemonía en nuestro país. Como parte del proyecto de construcción de una nación realmente democrática, plural, tolerante, parte de un proyecto creativo y consistente de radicalidad social.
El presidente Lula tiene razón cuando dice que la ola de violencia que amenaza destruir valores esenciales de la formación de nuestro pueblo no debe ser automáticamente acreditada a la violencia. Siempre tuvimos pobreza en el Brasil, pero nunca tuvimos tanta violencia. Esta violencia viene de las desigualdades sociales. Sabemos que lo que aumentó en lasúltimas décadas en Brasil no fue la pobreza o la miseria, que hasta disminuyeron un poco, según muestran las estadísticas. Lo que aumentó es la desigualdad y Brasil es tal vez el país con la peor distribución de renta del planeta. Es ese escándalo social el que explica el carácter que asumió la violencia urbana recientemente, subvertiendo hasta los viejos valores del delito brasileño.
O Brasil acaba con esa violencia o la violencia acaba con el Brasil. Brasil no puede seguir siendo sinónimo de una aventura generosa y siempre interrumpida. No puede seguir siendo, como decía Oswald de Andrade, un país de esclavos que temen ser hombres libres. Tenemos que completar la construcción de la nación, incorporar segmentos excluidos, reducir las desigualdades que nos atormentan. O no tendremos cómo recuperar nuestra dignidad interna, cómo afirmarnos ante el mundo, cómo sustentar el mensaje que tenemos para dar a este planeta siendo una nación que se prometió a sí misma el ideal más alto que se puede proponer una colectividad: el ideal de la convivencia y la tolerancia entre seres y lenguajes diversos.
El papel de la cultura en ese proceso no es apenas táctico o estratégico, es central.
La multiplicidad cultural brasileña es un hecho. Paradójicamente, nuestra unidad cultural también lo es. De hecho, podemos decir que nuestra diversidad interna es hoy en día uno de nuestros trazos de identidad más nítidos. Es lo que hace que un favelado carioca vinculado al samba y a la macumba y un caboclo amazónico que cultiva carimbós y encantamientos se sientan y, de hecho, sean igualmente brasileños. Somos un pueblo mestizo que viene creando hace siglos una cultura esencialmente sincrética. Una cultura diversificada y plural, como un verbo conjugado por personas distintas, en tiempos y modos diversos. Porque, al mismo tiempo, la cultura es una: cultura tropical sincrética tejida al abrigo y a la luz de la lengua portuguesa.